Ya no lo siento. No he muerto, pero ya no parezco estar vivo. Todo es simplemente nada, el mundo es como una habitación vacía, con sólo polvo flotando en el aire. Únicamente, y en ocasiones, aparece la ira y atenta contra lo inerte. Camino, y mis pasos me llevan a un paraje exacto e igual a donde me encontraba antes, sencillamente porque todo es igual. Puedo girar, y mi vista me diría que estoy quieto. Estático. He parado de fluir, me he estancado, y no sé cómo ponerme en movimiento. Necesito reencontrar el dinamismo que me salve, que cambie mi paisaje y haga que mi corazón vuelva a latir. No escucho nada, y sólo percibo al tiempo mirándome en silencio. Parece que en cualquier momento atacará y acabará conmigo, pero eso no es nada más que el aspecto. Su ataque es más pausado, infinitamente lento y continuo. Me deteriora. Quiere matarme mientras consumo mi vida mirando a la nada, sin ánimo de buscar en el mundo una tierra nueva, salir de este lugar ensordecido y yerto. Temo. Quizá la ira se marche también. Así quedaré yo solo, perdiendo lo único que, en ocasiones, me hace sentir vivo.
http://www.youtube.com/watch?v=Bsm1A2lmHBg