domingo, 6 de febrero de 2011

Estático.

Ya no lo siento. No he muerto, pero ya no parezco estar vivo. Todo es simplemente nada, el mundo es como una habitación vacía, con sólo polvo flotando en el aire. Únicamente, y en ocasiones, aparece la ira y atenta contra lo inerte. Camino, y mis pasos me llevan a un paraje exacto e igual a donde me encontraba antes, sencillamente porque todo es igual. Puedo girar, y mi vista me diría que estoy quieto. Estático. He parado de fluir, me he estancado, y no sé cómo ponerme en movimiento. Necesito reencontrar el dinamismo que me salve, que cambie mi paisaje y haga que mi corazón vuelva a latir. No escucho nada, y sólo percibo al tiempo mirándome en silencio. Parece que en cualquier momento atacará y acabará conmigo, pero eso no es nada más que el aspecto. Su ataque es más pausado, infinitamente lento y continuo. Me deteriora. Quiere matarme mientras consumo mi vida mirando a la nada, sin ánimo de buscar en el mundo una tierra nueva, salir de este lugar ensordecido y yerto. Temo. Quizá la ira se marche también. Así quedaré yo solo, perdiendo lo único que, en ocasiones, me hace sentir vivo.

http://www.youtube.com/watch?v=Bsm1A2lmHBg

2 comentarios:

  1. "Como quien anda en círculos, cuando sabe que con quedarse quieto obtendría los mismos resultados. Pero es importante moverse, salir del estancamiento en que pueda hallarse uno. Y respirar muy, muy hondo."
    Me encanta. Bravo. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias. Ni siquiera recuerdo cuándo lo escribí, ni por qué.

    ResponderEliminar