lunes, 19 de noviembre de 2012

Los escarabajos

"¡Salvadme", gritaba el loco. "¡Salvadme!". Con los ojos desorbitados, rezumando lágrimas y buscando una mirada en cada cara de los que se cruzaban con él. Pero nadie le lograba mirar a la cara. "¡¡Salvadme!!", y su voz se volvía ridícula, transformada en un llanto de niña.
Pero ninguno de los que por ese lugar caminaba veía la lluvia. Y en realidad, en efecto, estaba lloviendo, y aquel loco se estaba ahogando. Le dolían los pulmones de respirar algo demasiado denso para ser aire, y su corazón apenas podía palpitar por la presión que este sentía. Sin embargo, de repente, enmudeció, y en esa plaza, donde entraban y salían personas sin parar, dejó de entrar nadie, quedándose poco a poco completamente vacía. Llovió más fuerte.
Su pijama blanco, largo, se había vuelto transparente, y a ese hombre se le podría haber visto desnudo aún estando cubierto, solo que no hubo nadie para verle así. Nadie le vio cuando llegó a comprender por qué estaba perdido. Se dio cuenta que él, desde un principio, no podía ser salvado, que quererlo era lo que le había vuelto loco. Era como pensar desesperadamente en agarrarse con las manos a los lados de un pozo cuyas paredes no puedes escalar: lo único que lograría será arrancar las uñas, luego raspar la carne, y por último partir el hueso. Era el agua de un remolino, y su única salida era el desagüe. Lo que tenía que hacer era soltarse y dejarse caer en el pozo; perderse a la negrura de las alacantarillas.
La lluvia se tornó tormeta, y el loco implosionó. Se retorció bajo los rayos, encogiéndose sus brazos y sus piernas, progresivamente, cayendo al suelo y rodando, empequeñeciéndose, gritando como si le hubieran prendido llamas. Rodó y rodó bajo el aguacero, reducido hasta colarse entre los huecos del empedrado.
De repente, no llovía, y volvía a haber gente en la plaza, caminando frenéticamente; entrando y saliendo. Un escarabajo se encaramaba a una piedra, y comenzaba a correr, buscando quién sabe qué. Sin darse cuenta, un zapato se posó encima del bicho. Y todo lo que quedo, fue indiferencia.

http://www.youtube.com/watch?v=skreabVrMRk

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