domingo, 3 de febrero de 2013

Carnaval

Voy disfrazado, con un antifaz dorado y una capa negra. Y algunas cosas menos llamativas, pero bien elegidas. Es carnaval y todo el mundo en Madrid sale a las calles, y yo este año he decidido que quería disfrazarme y salir, a hacer algo de lo que todos hacen y de lo que a mí me gustaría hacer. Se lo he dicho a alguien, no importa a quién y me ha dicho que me vaya con él, o con ella, y con unos amigos suyos. Ellos son gente que sabe pasárselo bien, que ríe mucho y disfruta. Yo sonrío, y de vez en cuando intento participar más que de costumbre. Pero en un momento, uno de esos momentos míos, me quedo mirando a la nada, al suelo, mientras delante de mí pasan piernas disfrazadas. Y yo sigo sorbiendo de mi vaso con la pajita, sea lo que sea que contenga. Y se me acerca uno que no es del grupo, que va mejor disfrazado que yo, y me despierta poniendo una mano suya encima de mi hombro. Cuando subo la cabeza y le miro, me sonríe, y entonces yo le sonrío. "¿Nos vamos a esos arbustos?", propone. Y yo le sigo la corriente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario